El Movimiento Hippie
Fue un movimiento juvenil que tuvo lugar en los últimos años de la década de 1960 y que se caracterizó por la anarquía no violenta, la preocupación por el medio ambiente y el rechazo al materialismo occidental. Los hippies formaron una contracultura políticamente atrevida y antibelicista, y artísticamente prolífica en Estados Unidos y en Europa. Su estilo psicodélico y lleno de colorido estaba inspirado por drogas alucinógenas como el ácido lisérgico (LSD) y se plasmaba en la moda, en las artes gráficas y en la música de cantantes como Janis Joplin o de bandas como Love, Grateful Dead, Jefferson Airplane y Pink Floyd.
Por motivos históricos, el
comunismo se ha identificado exclusivamente con el marxismo-leninismo. Sin
embargo, existen otras doctrinas comunistas (algunas previas al
marxismo-leninismo, otras contemporáneas y otras posteriores) tales como el
anarcocomunismo con fundamento en posturas sociobiologistas, el comunismo de
consejos de base marxista pero no leninista, el comunismo cristiano premoderno
y moderno, variantes secularizadas del comunismo religioso milenarista y
movimientos no revolucionarios como el de las comunas hippies y los kibbutz
israelíes, entre otros.
Tras la guerra, el
Instituto para la
Investigación Social vuelve a ser abierto en Frankfurt, sin
embargo, Marcuse, su máximo exponente en aquella época se queda en Estados
Unidos y se convierte en el ideólogo de las revueltas estudiantiles de los 60 e
inspirará a algunos líderes de los movimientos revolucionarios negros. Su obra
“Eros y civilización” será la
Biblia de los Hippies. El marxismo cultural de Markuse y la
escuela de Frakfurt, ya no va dirigido hacia el proletariado, sino a los hijos
de la alta burguesía y las clases medias. En este nuevo contexto, la lucha de
clases que predicaba el marxismo económico debe ser reformulada, la clase deja
de definirse en base a la propiedad de los medios de producción, sino en función
del grupo cultural al que se pertenece. La cultura deja de ser un mero producto
de las relaciones de producción. Para el marxista cultural, es la cultura la
que determina unas relaciones de producción imaginarias, un obrero de la
construcción, blanco y de civilización occidental es un explotador, mientras
que un deportista millonario africano es un explotado.
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